«Herencia». Texto escrito para la Gala por el 50 aniversario de la inauguración del Hotel Versalles en Santiago de cuba . 26 de Diciembre 2011. declama el actor Dairon Chang
«Herencia»
En una ciudad de ensueños y trova te levantas y te iluminas de cada primera alborada.
La misma montaña que te acuna se te hace el vitral en las miradas que son tus dones y tú sacramento, bautizo y fe y clarinada.
Hotel Versalles, cuentan los años de historia para hacerte el homenaje que alcanzas.
Cuentan los tantos momentos de sacrificio y entrega de tu gente, de esa gente que convive dentro de ti con el empeño de crearte las maneras cotidianas del esmero y la excelencia y cada mejor mañana.
Aquí en este Santiago celoso de tu solemne belleza se yergue la magia imponente de la obra conquistada.
Con nombre de jardín, de palacio y de aristocracia, eres mucho más que eso, eres nuestro Versalles criollo y santiaguero, irrefutable parte de una historia surgida con la misma rebeldía y hospitalidad de una ciudad que vio el surgir de tus formas y tú grandioso crecer, como el más preciado de sus sueños de labranza.
Aún como letargo hermoso de cada madrugada la bota comandante y rebelde te desanda y te estremece.
No se esfuma todavía el perfume fragante de la mujer guerrillera inmortal que posó su mano tierna de mariposa sobre la guitarra pequeña del artista inmenso, al que más que melodía le lloraban de amor sus cuerdas gitanas (José Mondeja)
¿Cuanto te dio el poeta por derecho?.
Que regalo inmenso aquella canción que Juan, nuestro Juan de la sierra, te la inspirara de pasión y que ahora cómplice de sus versos, se nos parece tanto a la nostalgia
Orgullo cada nombre de los que se preña tu ilustrísima lista de huéspedes
Aquí el artista, allá el pensador y el guerrillero, el líder amigo, el deportista, el obrero,
Versalles de leyenda.
Te alcanzas por derecho las mejores palabras: consagración y entrega, altruismo y añoranza, amor, legitimo orgullo, hermosura y esperanza.
Te mereces mucho más que una noche de remembranzas, te mereces la gloria eterna, esa que tú mismo labras y te mereces a tu Santiago prendido como medalla y la gloria de trofeo de la más genuina batalla.
Brindo por ti moreno y generoso emblema de la fragancia.
Que mi garganta se seca si no le apuro el trago que me demanda
Porque tu mismo eres mi Versalles querido, un cóctel de tradiciones por tu indefinible fibra.
Herencia patriota y cubana.
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